Acerca de este cuestionario
Desde hace más de 5,000 años el chile, junto con el maíz y el frijol, han formado parte de la dieta básica del mexicano. Y hablando de chile, al comerlo uno siente un ardorcito en la lengua, nos hace llorar, puede irritar el estómago y en muchas ocasiones incluso puede provocarnos gastritis crónica. Con todo esto, en México amamos el picante y al parecer no podemos vivir sin él. Incluso, el comer mucho chile se ha llegado a asociar con ser muy macho o aguantador.
¿Pero por qué nos gusta tanto? Pues porque tiene un efecto ciertamente adictivo, y la sustancia culpable de esto se llama capsaicina, la cual es un químico que se encuentra en los chiles. Entre más capsaicina contiene el chile más fuerte es el picor que causa, irrita la boca, la garganta y hasta el estómago , te provoca sudor, te gotea la nariz y hasta te hace llorar. Pero también es un estímulo para las neuronas sensoriales que en su momento responderán al dolor liberando endorfinas y opioides para neutralizarlo, y produciendo una sensación de placer que causa cierto grado de adicción.
Incluso, hay una escala que mide el picor (caipsicina) de los chile llamada "Escala Scoville", la cual va de cero para los chiles sin picante como el pimiento hasta los 15 millones. El chile jalapeño se encuentra entre las 2,000 a 5,000 unidades, y el habanero entre las 250,000 a 350,000 unidades.
Si eres aficionado a la comida picante mexicana, este quiz será todo un reto para ti, ya que te vamos a presentar 40 comidas mexicanas picantes, entre platos principales, salsas y bebidas, que deberás reconocer. A ver si eres tan "salsa" para reconocer al menos 21. ¡Buen provecho!
La michelada es una bebida muy mexicana que se elabora con varios ingredientes, siendo el principal la cerveza. Para prepararla se escarcha un vaso con chile Tajín, y se le agrega el jugo de dos limones, salsa inglesa, salsa Tabasco, salsa Maggi y una cerveza bien helada. Hay quienes la acompañan con camarones que "cuelgan" alrededor de la boca del vaso. El picor también depende del gusto de cada quien.
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Directo del estado de Guerrero, este platillo es sólo para valientes. En su preparación se elabora una salsa de chile serrano, chile de árbol y chile mirasol con jitomate. Por otro lado se cocinan los camarones sobre mantequilla, ajo y cebolla picados, y ya listos se bañan con esta salsa. Generalmente se comen acompañados de arroz (seguramente para amortiguar lo picante).
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El guacamole es auténticamente mexicano y hay muchas versiones de él. La mejor y más típica es la que lleva aguacate, cebolla, cilantro, chile serrano, cuaresmeño o jalapeño y jitomate. Todos los ingredientes van picados y se adereza con aceite de oliva, limón, sal y un poco de polvo de ajo. Es ideal para acompañar carne asada, pero también es delicioso solo con totopos de tortilla de maíz, a manera de botana.
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Las rajas poblanas, también conocidas como rajas con crema, son un verdadero manjar. Llevan como ingrediente principal, tiras de chile poblano ya asado, pelado y desvenado, y se les agregan diferentes ingredientes como cebolla rebanada, granos de elote, queso fresco y crema, y también hay quienes le agregan calabacitas picadas y jitomate. ¡Toda una delicia!
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Los chiles rellenos se preparan con chiles poblanos que se asan para poderles quitar la piel y luego se desvenan (quitar la semillas y las venas) para poderlos comer sin morir enchilados. Posteriormente se rellenan, siendo los típicos rellenos de queso, frijoles, atún o carne guisada. A veces pueden capearse y freírse, y para servirlos se ponen en una deliciosa salsa de jitomate. También se pueden preparar con chiles de agua oaxaqueños para que piquen aún más.
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El chicharrón en salsa verde es una verdadera delicia, y es muy sencillo de preparar. Se prepara una salsa a base de tomates verdes, chile jalapeño, cebolla y cilantro. Esta salsa se fríe en un poco de aceite y ya que suelta el hervor y está bien sazonadita, se le agrega el chicharrón en trozos, puede ser chicharrón con o sin carne, y muchas veces a este guiso se le agregan papitas y nopales cocidos. Se come acompañado de tortillas y frijoles.
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Los chilaquiles son una de las grandes tradiciones en México y se pueden comer en el desayuno, comida o cena. Consisten de totopos de tortilla de maíz normalmente fritos, y ahora horneados para hacerlos "bajos en grasas", y algunas veces se les agrega pollo deshebrado o un huevito estrellado. Se bañan en una salsa picante ya sea de jitomate o tomate verde, y se aderezan con cebolla picada, crema y queso rallado. Ocasionalmente se acompañan de frijol refrito y un bolillo crujiente.
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La tinga es un delicioso platillo mexicano que se prepara con pechuga de pollo deshebrada, mucha cebolla fileteada y una salsa de jitomate con chipotles adobados. El resultado es un guiso picosito que bien puede comerse acompañado de frijoles y tortillas o usarlo como ingrediente para unas deliciosas tostadas con crema. Además puedes ponerle un poco de salsa verde para que pique aún más si así lo quieres.
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Las enchiladas son otra delicia mexicana que se come prácticamente en todo el país. La salsa puede ser roja o verde, pero como todas las salsas, debe picar. Con esta salsa se bañan las tortillas ligeramente fritas y usualmente rellenas de pollo deshebrado, y se decoran con crema, cebolla picada y queso fresco rallado. Se pueden preparar simplemente remojando la tortilla en la salsa caliente, para después doblarlas y servirlas o al horno con un queso que gratine. Como sea, son deliciosas.
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Otro de los platillos clásicos de Mexico es el pozole y hay muchas versiones de él. El pozole rojo se elabora a base de carne de cerdo, maíz cacahuzintle, chiles ancho y guajillo, cebolla y ajo. Una vez listo y bien sazonado, se adereza con una guarnición de limón, cebolla picada, rábanos rebanados, chile piquín y orégano acompañado de tostadas. En algunos lugares nos gusta ponerle aguacate, lechuga y chicharrón de cerdo, con una salsa de ajo con chile picosita, picosita...
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La salsa pico de gallo también es llamada salsa a la mexicana y por una buena razón, ya que queda de color verde, blanco y rojo y es muy sencilla de preparar. Sólo se necesita jitomate, cebolla, chile jalapeño o serrano y cilantro, todo bien picadito, y se le agrega un chorrito de aceite, limón y sal al gusto. No hay mollete que se coma sin esta salsa.
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Las tortas ahogadas, originarias de Jalisco, se preparan en un pan llamado birote, más crujiente que el bolillo normal, el cual se abre a lo largo pero de un solo lado. Se le untan frijoles refritos y se rellena de carnitas, posteriormente el interior de la torta se baña con una salsa de jitomate y luego se baña el exterior con una salsa picante de chile de árbol, y se acompaña con una salmuera de tiras de cebolla con vinagre y orégano.
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Los mexicanísimos tacos son tortillas calentitas con lo que te puedas imaginar. Pueden ser de carne de res asada y picada, de carnitas, al pastor, de cabeza, de longaniza, de tripa, de pollo, de diferentes guisos, de queso, de huevo, de frijoles... de lo que sea, pero un taco no es taco si no lleva una deliciosa y picosita salsa.
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El mole verde también recibe el nombre de pipián. Los ingredientes para su elaboración son varios, entre ellos, pepitas, cacahuate, caldo de pollo, chile serrano, tomate verde, cebolla, ajo, lechuga, rábanos, cilantro, epazote y espinaca. Todo esto se licúa, se fríe y después se le puede agregar piezas de pollo o pollo deshebrado.
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Se dice que los chiles en nogada son un platillo inventando por las monjas agustinas del Convento de Santa Mónica, en Puebla, para celebrar el 16 de Septiembre. Los chiles se rellenan con una elaborada carne de cerdo molida, guisada con pasas, plátano, piñones, frutas secas entre otros ingredientes, posteriormente se bañan con una salsa hecha a base de nuez de Castilla, y se decoran con granos de granada, quedando un platillo verde blanco y rojo. Puede que te toque un poblano picante o no, depende de tu suerte y tu gusto.
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El aguachile es una delicia comprobada, muy típica del estado de Sonora. En su elaboración se utilizan camarones crudos en corte mariposa que se van a ir "cociendo" en limón con sal y chile. Para prepararlos se licúa el jugo de 20 limones con sal, cilantro y chile serrano y se marinan los camarones con esta salsa por 30 minutos. Posteriormente se vierten sobre medias lunas de pepino y se decoran con tiras de cebolla morada.
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El mole prieto o Tlilmollimole es un platillo tlaxcalteca de raíces prehispánicas. En la actualidad se prepara en grandes cantidades para la celebración en Pascuas, celebraciones comunitarias, en carnavales y fiestas patronales. Se elabora con carne de cerdo, masa de maíz, chile chipotle, chile pasilla, canela, clavo, pimienta y ajonjolí. Se cuece la carne, después la mitad de ella se licúa junto con los demás ingredientes y se agregan al resto del caldo de coción y carne.
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El mole es el platillo típico de Puebla y se prepara al moler ingredientes como pan, chile mulato, chile ancho, almendra y chocolate, plátano macho, ajo, tortillas, cacahuate, uva pasa, caldo de pollo, y muchos otros ingredientes más. Algunos de ellos se asan o se fríen, se cuecen o se muelen, dando como resultado una salsa oscura espesa a la que se le pueden agregar piezas de pollo ya cocidas o bien hacer unas deliciosas enchiladas de mole. ¡Provecho!
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El tesmole o tesmolito oaxaqueño es un guiso que consiste en un caldo de pollo con chile, jitomate, chayote, ejotes y calabacitas, junto con bolitas de masa, además de piezas de pollo como pierna y muslo. El sabor picante de este platillo se lo da el chile de árbol seco.
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El mole negro es originario de Oaxaca y su nombre se debe a lo oscuro de su tonalidad. En su elaboración se utilizan muchos ingredientes, más de 30, entre los que destacan los chiles chihuacle negro, rojo, mulato y pasilla, tortilla quemada, plátano macho, pepita de calabaza y chocolate, entre otros más. Este platillo es típico del Día de Muertos.
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La birria es originaria del estado de Jalisco y se prepara con carne de borrego, aunque hay quienes la preparan con carne de chivo o de res, marinándola con una pasta hecha a base de chile guajillo, cascabel, ancho, ajo, comino, pimienta, tomate y clavos de olor. Se cocina en una olla tapada a baño maría durante 3 horas y media. Cuando está lista la carne se deshebra y se baña con la salsa o consomé que se escurrió en la olla al momento de la cocción.
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Originario del estado de Jalisco, el caldo Michi es una sopa de pescado con verduras, que se elabora con un sofrito de cebolla, jitomate y ajo, que una vez acitronados, se les agrega agua, y posteriormente calabacitas picadas, zanahoria en rodajas, chiles serranos y cuaresmeños, y cilantro. Ya cocidas las verduras se les agrega trozos de pescado, que puede ser bagre o huachinango. El resultado es un caldo muy sabroso y picante.
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La sopa de tortilla es un platillo más de nuestra amplia gastronomía. Se elabora con tiritas de tortilla de maíz fritas, mismas que se colocan en un caldillo elaborado a base de consomé de pollo, jitomate con cebolla, ajo y epazote. Al servirla se adorna con trocitos de queso fresco, chicharrón, aguacate, aros de chile pasilla fritos, y crema.
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La sangrita es la compañera ideal de un caballito de tequila ya que ayuda a suavizar su fuerte sabor. Se prepara con cebolla finamente picada, jugo de jitomate, limón y naranja, salsa inglesa, azúcar, sal, pimienta y salsa Tabasco, y se toma bien fría. También hay sangrita preparada comercialmente, pero no es tan sabrosa.
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El clamato es una bebida súper refrescante y picosita (al gusto). Se prepara mezclando en un vaso, previamente escarchado, un chorrito de jugo Maggi, limón, salsa Valentina, sal, salsa Tabasco, hielo, jugo de tomate y jugo de almejas o la mezcla comercial "clamato". También se le puede agregar cerveza o vodka. La cantidad de cada ingrediente es al gusto y la idea es que la bebida quede muy picosa. También se le pueden agregar camarones u otro marisco.
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El manchamantel es otro de los 7 moles típicos oaxaqueños, aunque se elabora también en otras partes del país. En Oaxaca se elabora primordialmente con pollo y con chile pasilla oaxaqueño. Se le agregan diferentes frutas como manzana, pera, piña y plátano macho, logrando una excelente combinación picante pero dulce. El manchamantel es un platillo típico de las bodas.
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El gaspacho, que no tiene nada que ver con la sopa española que además se escribe con z, es una mezcla de diferentes frutas como melón, sandía, mango, piña, mango, queso ranchero, jugo de limón, naranja, cebolla, aderezado con salsa Valentina, chile Tajín, chamoy, Miguelito o la salsa que quieras. Esta delicia es originaria del estado de Michoacán. ¿Los has probado?
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El pambazo es una torta de chorizo, papa y frijol negro en un pan remojado en una salsa de chile guajillo, lo que permite que el pan utilizado adquiera ese brillante color rojizo. Además de la papa, frijol y chorizo, al pambazo se le pone lechuga fileteada y queso fresco, incluso hay quienes le ponen crema, chipotle o salsa de guajillo.
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El mole de olla es uno de los platillos más típicos de México y para su preparación se utiliza una gran variedad de ingredientes como carne de res (chambarete, falda, maciza), dos piezas de hueso con tuétano, caldo de res y diferentes verduras como elote en trozos, calabacitas, chayote, ejotes, y se condimenta con una mezcla cebolla, ajo, chiles anchos y chiles pasilla molidos, que le dan a este delicioso mole de olla su distintivo y picante sabor.
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La guacamaya es una colorida torta de chicharrón con aguacate que se complementa con una deliciosa salsa y un poco de sal y limón. Gran parte del sabor de la guacamaya está indudablemente en la salsa, la cual esta elaborada con tomate, cebolla y chile de árbol asado, y licuado con un poco de agua, posteriormente esta salsa se mezcla con salsa pico de gallo.
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La guajolota es una torta de tamal, y este puede ser de cualquier sabor ya sea verde, de rajas con queso, de mole o oaxaqueño. Para lograr el mejor sabor el bolillo debe estar recién hecho ...crujiente. Aunque parezca inverosímil, esta torta es deliciosa y por lo general se acompaña con un rico y calentito atole. Este manjar es típico de la Ciudad de México.
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El "Amarillo" es uno de los siete moles oaxaqueños y es el más versátil pues se puede preparar con carne de cerdo, de res o pollo. En su elaboración se utilizan los chiles ancho, guajillo, chilcostle y costeño amarillo que son los que le dan su nombre. También lleva chayotes, calabacitas y bolitas de masa, y se sazona con hierba santa. Además se utiliza un poco de masa desbaratada en agua para espesar el caldo.
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Los frijoles charros por sí mismo son una vasta comida, pero normalmente se preparan para acompañar las parrilladas. Se preparan con tocino y chorizo fritos, trocitos de chicharrón, salchicha de cerdo, jitomate, chile y frijoles en caldo. Normalmente se usan frijoles bayos en su preparación. ¡Una verdadera delicia!
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El chile morita es en realidad una versión del chile jalapeño pero deshidratado y es uno de los chiles más picantes que hay. Su salsa acompaña muchos platillos mexicanos y se elabora con tomates verdes y chile morita asados, ajo, sal y agua. Ya asados los chiles y el tomate, se licúa con los demás ingredientes, ¡y listo!
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El chile habanero está considerado como uno de los más picantes del mundo y la salsa tamulada es una de las muchas salsas que se pueden preparar con él. Esta salsa pica más que el trinche del mismísimo demonio ya que para prepararla se asan en comal los chiles habaneros y posteriormente se machacan en molcajete, agregando sal al gusto y jugo de naranja agria, o una mezcla de naranja dulce con vinagre.
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Los frijoles puercos son un platillo de Colima y se prepara a base de frijoles bayos cocidos, machacados y refritos con manteca de cerdo, tocino y chorizo. Además, se le agregan verduras en escabeche, queso añejo, carne de cerdo deshebrada y se adorna con cebolla, zanahoria cocida, col rallada y chiles serranos o cascabel. La versión de Guanajuato va con cebolla, jitomate, chile serrano, tocino, salchicha, chorizo y jamón.
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Existe una gran variedad de tamales en México, y los más conocidos son los cocinados dentro de una hoja de elote. Se pueden elaborar con diferente relleno que es carne de cerdo en salsa verde, o salsa roja, de mole con pollo, de rajas con queso y salsa roja; pero eso sí, picositos para que sepan. Estos tamales también pueden venir con relleno dulce, pero en este quiz no aplica. También están los tamales costeños, oaxaqueños y los yucatecos que se cocinan en una hoja de plátano.
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Los sopes son una tradición en todo México. Se preparan sobre una especie de tortilla gruesa a la que se le pellizcan las orillas, a la que se le agrega frijol (si se desea), en ocasiones pollo deshebrado, salsa verde, roja o de pasilla pero picositas, cebollita picada y queso rallado. Ya preparado el sope, se pone sobre el comal para que se caliente y se le van agregando uno a uno los ingredientes antes mencionados.
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Los panuchos son un platillo yucateco que se elabora con una tortilla frita, rellena de frijol negro molido , a la que se le agrega lechuga, cochinita pibil, cebolla morada y salsa de chile habanero. ¡Es una deliciosa entrada para luego disfrutar de unos tacos de cochinita!
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En Sonora hay un dicho que dice, "Puede faltar la carne pero no el chiltepín". El chiltepín es un chile muy picante, típico del noroeste de México, también llamado chiltepe o chile del monte. La salsa se prepara cociendo en agua los chiltepines, un diente de ajo y un trozo de cebolla. Ya cocidos se licúan con vinagre, pimienta y orégano.
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